24.04.2020 Este domingo, 26 de abril, es el 34º aniversario del accidente de Chernóbil. Desde hace tres semanas ha habido graves incendios forestales a pocos kilómetros de los bloques del reactor. Con motivo del aniversario del desastre nuclear, la sección alemana de IPPNW hace un llamamiento para que se abandone lo antes posible la energía nuclear en Alemania y se lleve también a cabo una revolución energética a nivel mundial. El pediatra y copresidente de IPPNW Alemania, Dr. Alex Rosen, observa la situación actual con preocupación: "En estos días, en torno al aniversario de Chernóbil, conmemoramos los muchos millones de víctimas del mayor desastre nuclear de la historia de la humanidad. Al mismo tiempo, nuestros pensamientos están con aquellos que actualmente tratan de controlar los incendios forestales en la zona de exclusión de Chernóbil y con la sociedad ucraniana, que debe temer que su país vuelva a quedar cubierto por el legado radiactivo de la industria nuclear.
La semivida del cesio-137 radiactivo, el cual llovió en toda Europa en la primavera de 1986, es de 30 años. En el bosque bávaro y en partes de Austria y la República Checa, los jabalíes, las bayas y los hongos siguen siendo tan intensamente irradiados que su consumo aumentaría considerablemente el riesgo de cáncer. Sin embargo, la situación en la zona de exclusión alrededor de Chernóbil es mucho más grave. Grandes cantidades de desechos radiactivos de alto y mediano nivel procedentes de la explosión y de los incendios que duraron semanas en instalaciones de almacenamiento improvisadas siguen descomponiéndose en una superficie de unas 100.000 hectáreas. En las inmediaciones del sarcófago, que rodea al reactor 4 dañado, las barras de combustible gastado de los reactores 1 a 3 también se almacenan en estanques de refrigeración situados sobre la superficie.
Los incendios forestales de las últimas tres semanas están removiendo partículas radiactivas del lecho forestal, amenazando el suministro de energía de los edificios del reactor y los estanques de refrigeración y han envuelto a la cercana capital Kiev en pesadas nubes de humo durante días. Todavía no se han medido niveles de radiación más elevados fuera de la zona restringida, únicamente se ha multiplicado aproximadamente por cien la concentración de cesio-137 radiactivo en el aire de Kiev (datos del Observatorio Geofísico Central de Kiev muestran un aumento de la concentración de cesio-137 de alrededor de 6 μBq/m3 a 700 μBq/m3 el 10 y 11 de abril), que, no obstante, sigue estando muy por debajo de los límites legales.
"Radiobiológicamente, no hay ningún umbral por debajo del cual la radiactividad sea inofensiva", dice Dr. Rosen: "Cualquier dosis adicional de radiación, no importa lo mínima que sea, aumenta el riesgo de morir de enfermedades como cáncer, derrames cerebrales o ataques cardíacos. El peligro para la población de Ucrania y Bielorrusia puede seguir siendo relativamente bajo, pero eso sólo es así mientras los incendios forestales no se extiendan a partes altamente contaminadas de la zona de exclusión. Se trata de una situación grave y un recordatorio completamente inoportuno de la época de la fusión nuclear hace exactamente 34 años. Como en aquel entonces, sólo se puede esperar que los esfuerzos de extinción sean exitosos y que el viento no cambie".
A diferencia de 1986, todavía no hay peligro para Europa central por las nubes radiactivas de Chernóbil. Aunque la distribución del viento según el Instituto Francés de Protección Radiológica IRSN muestra una propagación del humo en toda Europa, las concentraciones de humo y partículas de radiación son todavía tan bajas que no se ha medido todavía un aumento significativo en la dosis de radiación fuera de la zona de exclusión. La evolución de la situación en las próximas semanas depende en gran medida de que los incendios puedan extinguirse a tiempo antes de que lleguen a zonas altamente radiactivas.
Después de dos semanas de intentos infructuosos de extinguir los incendios, el gobierno ucraniano ha recibido apoyo internacional en los últimos días, también de Alemania. Ahora los esfuerzos de extinción se han intensificado y miles de bomberos adicionales han sido ordenados a la zona de exclusión. "Sin embargo, no están lo suficientemente protegidos ante los niveles de radiación muy superiores que hay en el terreno, por lo que nos preocupa que, a medio plazo, paguen con su salud sus valientes esfuerzos", dijo Rosen. La semana pasada, el Organismo Estatal de Ucrania para las Zonas Restringidas publicó mediciones ambientales realizadas en el sitio del reactor de Chernóbil, que mostraron un fuerte aumento de las concentraciones de cesio-137 de 180.000 μBq/m3, más de 250 veces superiores a las registradas al mismo tiempo en Kiev, donde se aconsejó a los residentes que permanecieran en sus casas y mantuvieran las ventanas cerradas.
En 1986, también se envió a jóvenes a Chernóbil para realizar operaciones de limpieza y luchar contra incendios sin equipos protectores adecuados. En ese momento, más de 800.000 de los llamados liquidadores de toda la Unión Soviética fueron llevados a la zona de exclusión para eliminar con las manos los trozos de grafito contaminado y combatir los incendios en el interior del núcleo del reactor. La mayoría de ellos pagaron un alto precio por su despliegue: un aumento en la incidencia de derrames cerebrales, ataques cardíacos, cáncer, ceguera y otras enfermedades relacionadas con la radiación a edades tempranas. Los liquidadores ucranianos varones mueren unas cinco veces más a menudo que sus compañeros no liquidadores. (Véase el informe de IPPNW Alemania / PSR "30 years of life with Chernobyl - 5 years of life with Fukushima" de 2016).
"Estadísticamente, ha habido un desastre nuclear con una fusión cada 10,7 años en las últimas cuatro décadas. Fukushima fue sólo hace 9 años. Es sólo una cuestión de tiempo antes de que ocurra el próximo desastre nuclear. El próximo Chernóbil, el próximo Fukushima, podría ocurrir en cualquier lugar, incluso aquí en Europa. Los reactores propensos a accidentes en Doel, Tihange, Temelin, Beznau o Fessenheim estarían todos en las inmediaciones de Alemania, pero los reactores nucleares continuarán operando en esos países hasta 2022. El próximo Chernóbil también podría ocurrir en Gundremmmingen", dijo Rosen.
IPPNW hace un llamamiento para alejarse de las dañinas energías fósiles y nucleares y acercarse a las energías renovables, a las soluciones de almacenamiento inteligente y a la eficiencia energética. "Se ha demostrado que la energía nuclear no es una solución a los problemas y desafíos energéticos del siglo XXI; no necesitamos que los incendios forestales de Chernóbil nos lo recuerden", explicó Rosen, copresidente de IPPNW Alemania.
Vea también:
- Modelización de las nubes de humo del 3 al 14 de abril de 2020 según el Instituto Francés de Radioprotección y Seguridad Nuclear IRSN: https://youtu.be/drBEy4V0j3I
- Modelización de nubes de humo según el Centro Estatal de Ciencia y Tecnología para la Seguridad Nuclear y Radiológica de Ucrania (SSTCNRS): sstc.ua/news/rozrahunkovi-trayektoriyi-rozpovsyudzhennya-potencijno-zabrudnenogo-povitrya-na-osnovi-onovlenih-danih
- Imágenes satelitales del humo sobre Kiev según el Observatorio de la Tierra de la NASA: earthobservatory.nasa.gov/images/146561/fires-burn-in-northern-ukraine
- Publicación de los Instituto Francés de Radioprotección y Seguridad Nuclear IRSN (en inglés): www.irsn.fr/EN/newsroom/News/Documents/IRSN_Information-Report_Fires-in-Ukraine-in-the-Exclusion-Zone-around-chernobyl-NPP_15042020.pdf
- Folleto "Riesgo y efectos secundarios de la energía nuclear" (en inglés) http://www.ippnw.eu/fileadmin/user_upload/information_nuclearenergy_climate_EN.pdf
- Informe de IPPNW "30 años de vida con Chernóbil - 5 años de vida con Fukushima" (en inglés) https://www.psr.org/wp-content/uploads/2018/06/chernobyl-fukushima.pdf
Contacto a IPPNW Alemania:
Angelika Wilmen, potavoz de prensa y rr.pp., tfno.: +49 (0)30-69807415, e-mail: wilmen[at]ippnw.de
Traducido por Pablo Kibbel Calero
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